jueves, 9 de mayo de 2013

yo no he inventado al Neocriollo: el Neocriollo será el producto natural de las fuerzas astrológicas que rigen a este país




aquella forma estaba completamente desnuda: su caja torácica y su abdomen lucían una transparencia de Rayos X que dejaba ver el fino dibujo de los órganos internos; se mantenía de pie sobre una de sus piernas gigantes y llevaba encogida la otra, como los flamencos del sur” (Adàn Buenosayres, 1948; 180)



"El neocriollo de Schutlze" por Leopoldo Marechal


"un chorro de sonidos inarticulados brotó de la jeta saxofónica, una voz que imitaba el silbo de la perdiz, la cavatina del jilguero, el arrullo de la tórtola, el croar de la rana, el graznido del carancho, el piar del gorrión, el alarido del chajá, el escándalo del tero. Y según la mayor o menor sublimidad de los conceptos que vertía el Neocriollo se agigantaba o se reducía a las proporciones de un enano" (AB; 180).

  

 "girando sobre sí mismo, apuntó con sus nalgas a los héroes y soltó un pedo luminoso que ascendió en la noche hasta el cielo de los fijos y se ubicó en la constelación de Centauro entre las estrellas alfa y beta." (AB; 181)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario